jueves, mayo 26, 2016

La profecía del armadillo



¿Nunca os habéis preguntado cómo serían Calvin y Hobbes con el paso de los años? Creo que nunca tendremos una respuesta oficial a este pregunta pero si me dicen que Calvin se hizo un joven con gran implicación en movimientos políticos y sociales, que vive en un barrio de la periferia de Roma y que ya no se ve con Hobbes sino con un anónimo armadillo, pues estaría pensando en el último trabajo de la sensación del cómic italiano, Zero Calcare.

Zerocalcare redefine el cómic costumbrista/autobiográfico y se convierte por mérito propio en el portavoz de una generación de treinteañeros universales que descubren en las vivencias de este autor y del armadillo que realiza la función de conciencia las suyas propias.

La capacidad de este autor para llevarnos a través de las páginas de su cómic por momentos realmente duros e introspectivos a otros llenos de humor e ironía, con incontables referencias a la cultura pop,  es una de las claves que hacen de este La profecía del armadillo el éxito de ventas que es, con más de 2 millones de copias vendidas.

Una agradable sorpresa de un autor al que hay que seguir y al que esperemos el éxito de ventas también le acompañe en nuestro país.




1 comentario:

Batman Revuelve dijo...

LA CONTRA(RE)SEÑA
La "contraseña" de este libro, a modo de palabra resumen sería "la espera". Si, como yo, leéis este comic después de ver la reseña de BD es probable que, a media lectura, estéis pensando que el parecido con Calvin y Hobbes es del tipo de huevos y castañas. Sin embargo, efectivamente, al final la sensación general es muy similar a la que nos deja el crío y su peluche, con esa mezcla de humor y píldoras de profundidad. Criticaría la estructura general del libro que, a mi entender, diluye o resta esa profundidad (quizá no buscada o querida por el autor y más dependiente del ojo que lee) en un intento de comicidad, quizá más apropiada al tipo de dibujo pero que, de nuevo a mi entender, no alcanza. ¿De que va el libro? de que madurar conlleva superar la timidez o la cobardía (disfrazada de espera a un mejor momento que nunca llega), a ser posible sin convertirse en un gilipollas; del eterno conflicto entre el miedo a decir lo que sientes a alguien que te gusta (esto es lo que hay que superar) o decírselo a alguien que no te gusta tanto pero que te da menos miedo, el clásico "para ligar más sólo hay que bajar el nivel" (esto es ser un gilipollas). Igual, como a Calcare, resulta que tu no eres lo bastante friki.