¡Durante cuatro páginas Shintaro Kago llegó a asustarme! Por un instante pensé que este autor había dado un giro a su carrera y ahora se dedicaba a hacer un cómic más convencional, con raíces históricas.
Afortunadamente, esta ilusión duró esas cuatro páginas que os comentaba porque a partir de ahí, el Kago de siempre apareció en escena. De hecho, debido a esa pátina de aparente convencionalidad, hace incluso más perturbadora que nunca este nuevo trabajo de Kago.
No os voy a contar mucho, puesto que el efecto sorpresa es importante, pero solo os digo que los caballos mongoles son una de las creaciones más maravillosas y aberrantes de Kago a día de hoy (y esto no es poco decir).
Un Kago que en esta ocasión esta mucho más contenido en la parte narrativa, con pocos experimentos, o al menos para lo que él acostumbra a ofrecer, y que da el do de pecho en la historia de los caballos mongoles que cambiaron la historia tal y como la conocemos.
Indispensable para los fans de Kago. Que no se os pase entre las novedades!!!
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