lunes, abril 29, 2013

Khalid



Damián Campanario y Jordi Pastor nos presentan una de esas historias que siendo ficción entroncan directamente con la realidad que nos rodea. La vida de los miles de jóvenes marroquíes, los moritos, que huyen de la pobreza de su país natal en busca de una vida de lujos en el paraíso que supuestamente es España.

Partiendo del viaje que Khalid hace desde su pueblo natal a Barcelona, en busca de su hermano Rachid, el cual supuestamente está trabajando como camarero, se nos cuenta la otra cara de la moneda, la de la inmigración ilegal, la delincuencia, las casas de acogida de menores y la frustración de los educadores sociales enfrentados a un sistema que no les permite hacer ni deshacer.

Precisamente, en lo preciso y real de las descripciones de este mundo de educadores sociales reside gran parte del éxito de la lectura de Khalid. Desde la primera página te crees lo que está leyendo, y aunque en todo momento eres consciente de la vida de estos hermanos es un relato inventado, sabes que la base en la que se sustenta es más real que la vida misma. Una espiral de robos, drogas, violencia en unos jóvenes que conocen a la perfección las grietas de nuestro sistema social y navegan con ellas con facilidad pero sin tener claro cual es su destino final.

Damián Campanario, además de guionista,  es educador social, y gran parte de las historias contadas en Khalid han sido vividas en primera persona por él mismo o por sus compañeros de profesión.

Ayuda también mucho a esta credibilidad el dibujo de Jordi Pastor que se pone al servicio de la historia, con un dibujo tan sencillo como práctico y con un bitono que ayuda a introducirnos emocionalmente en el mundo de Khalid y Rachid.

Una historia que se deja leer con ganas, real como la vida misma y que trata un tema tan controvertido como el de la delincuencia asociada a la inmigración ilegal sin ambages ni manierismos.

Un tebeo muy a tener en cuenta y que gustará a los fans de las historias de corte social.

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