viernes, julio 01, 2011

Diabolik: Tempestad de recuerdos


Pocas veces se me presenta la oportunidad de enfrentarme a la lectura de un clásico del cómic de manera totalmente virgen. Cierto que conocía al personaje en sí, pero hasta el momento nunca había tenido la oportunidad de leer alguna de sus historias.

Diabolik, el hombre de las mil máscaras, el ladrón de los mil disfraces, podría ser el hermano bastardo de James Bond. Un tipo con el mismo carisma, habilidades y encanto que el agente 007, pero con una mente 100% dedicada al mal. Bueno, tampoco es que sea un malvado. Digamos que le atrae mucho más el otro lado de la ley.

Tempestad de recuerdos nos ofrece una historia de cómic policíaco de la vieja escuela, con ciertos elementos narrativos que hoy en día pueden resultar un poco rancios, pero que en la valoración final funciona perfectamente, proporcionándonos una placentera lectura de evasión.

Diabolik fue un icono en los años 70. En el 2010, vuelve al mercado reclamando su espacio natural. Han pasado muchos años desde que Diabolik y el inspector Ginko se enfrentaron por primera vez. Ahora vuelven a encontrarse en una historia de robo y corrupción en la que saldrá a la luz el origen criminal de Diabolik.

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