Consumido

Consumido es un punto y seguido en la exigua carrera como historietista de Joe Matt. Simplemente la continuación natural de su famosa y exitosa Peepshow (aquí publicada como Pobre Cabrón), la penosa crónica de su vida diaria en forma de tebeo, llena de mediocridad, pornografía y mezquindad.

¿Cómo consigue Joe Matt atraparnos en sus redes sin ofrecernos otro aliciente? Pues simplemente porque a todo el mundo le gusta regodearse en las miserias de los demás. Ver un personaje tan patético como resulta ser el propio y real Joe Matt, es altamente atractivo para el lector. Ese voyeur que todos llevamos dentro no puede evitar la tentación de cotillear dentro de las pasiones más ocultas del autor; su enfermiza pasión por la pornografía, su tacañería, sus traumas de infancia.

Todo es tan real y reconocible que al final optamos por pensar que el Joe Matt del tebeo no puede ser sino un personaje de ficción alejado del verdadero Joe Matt. Por lo visto en alguna entrevista y por lo que dicen sus amigos, nada más lejos de la realidad. El Joe Matt que vemos en el tebeo es el único Joe Matt que existe. Un verdadero cabroncete.

Es complicado explicar como un tebeo con la economía de medios narrativos como es este Consumido puede atraparnos de tal manera. Supongo que todo se puede resumir en que lo que nos cuenta Matt es de nuestro interés. Páginas y páginas de diálogos y monólogos sin fin, con apenas cambios en la composición y en los encuadres, van pasando ante nosotros a un ritmo frenético. Lo que a priori podría ser un tostón de órdago, se convierte en una lectura ligera. Es la magia de Joe Matt, un autor que lleva más de 20 años perfeccionando el arte de autoflagelarse.

Dentro del conjunto, para mí, los verdaderos momentos mágicos, siguen siendo aquellos en los que Joe Matt se junta con sus colegas Seth y Chester Brown. Las conversaciones salidas, con la eterna rivalidad intelectual y vital entre Seth y Matt, con la paciente supervisión de Chester Brown, están dentro de mis grandes momentos comiqueros. Solo por esto, Consumido ya merece la pena.

Si nunca os habéis adentrado en la obra de Matt, os recomiendo que empecéis por el principio y os hagáis primero con Pobre Cabrón. Si os gusta lo que leéis, no dudéis en continuar con Consumido. A los veteranos, solo confirmaros que Matt sigue igual que siempre.