viernes, marzo 27, 2009

La virgen de plástico



Después del buen sabor de boca que nos dejó Río Abajo, Rabaté vuelve a estar en el listado de novedades con esta nueva obra, aportando en este caso, su granito de arena en forma de guión, dejando la parte gráfica a David Prudhomme. Una combinación perfecta, porque ambos artistas tienen ese toque especial y necesario para llevar a buen puerto las crónicas sociales que nos proponen en sus historias.

De nuevo, en este tebeo, la tercera edad vuelve a tener un fuerte protagonismo, aunque no en exclusiva. En el seno de una familia de clase proletaria de provincias, conviven tres generaciones de abuelos, hijos y nietos. El día a día, con sus pequeñas peripecias, ocupa el quehacer de sus integrantes. El abuelo, profeso comunista, se pasa todo el día discutiendo con su mujer, católica confesa, mientras los demás miembros de la familia ya tienen bastante con sobrevivir.
Todo transcurre de un modo normal hasta que en un viaje a Lourdes, la abuela se compra una virgen de plástico que resulta tener algo de extraordinario. El milagro se hace realidad, y con él, la vida de esta familia ya no volverá a ser la de antes.

En la edición de Norma se recopilan de forma integral los dos volúmenes publicados en Francia. Aunque a primera vista el dibujo de Prudhomme puede no agradar a un lector que busque otro Río Abajo, hay que decir que en pocas páginas este dibujante consigue hacerse con el lector y lo lleva a su terreno, dejando pocas dudas en cuanto a su validez para la tarea encomendada.
En cuanto a Rabaté, vuelve a rozar las cuerdas de la genialidad, en una historia que mezcla el humor sutil con la crónica social, de esa manera tan especial que domina a la maravilla, con las dosis necesarias de ternura (sin caer en ningún momento en el drama barato) y que deja en el lector una placentera sensación después de la lectura de sus obras, con una sensibiliad muy difícil de encontrar en el mercado actual del cómic.

No hay comentarios: