O lo que es lo mismo, la segunda parte del Caballero Errante de G.R. Martin.
Con todo el fandom hielofueguero desesperado a la espera de que llegue la esperada traducción del 4 libro, y con muchos de ellos realizando cursos intensivos de inglés para poder proceder a la lectura de la novela original, cualquier pequeño acontecimiento relacionado con el mundo de Canción de Hielo y Fuego y su autor, es recibido como el maná.
En esta ocasión, nos llegan las aventuras de Ser Duncan y su escudero Egg, un año después de lo sucedido en el prado Ashford.
Ser Duncan está ahora al servicio de un anciano caballero, Ser Eustace, lo que le lleva a un enfrentamiento con su vecina Lady Rohanne por la posesión de un río que atraviesa las tierras de ambos.
Una excusa tan buena como cualquier otra para seguir indagando en el universo del señor Martin.
Después de leer el primer número de esta segunda etapa de las aventuras de Ser Duncan poco más puedo añadir a lo que en su día dije del primer volumen.
Además, cuando se tiene una audiencia entregada, la cosa siempre es más fácil.
Con todo el fandom hielofueguero desesperado a la espera de que llegue la esperada traducción del 4 libro, y con muchos de ellos realizando cursos intensivos de inglés para poder proceder a la lectura de la novela original, cualquier pequeño acontecimiento relacionado con el mundo de Canción de Hielo y Fuego y su autor, es recibido como el maná.
En esta ocasión, nos llegan las aventuras de Ser Duncan y su escudero Egg, un año después de lo sucedido en el prado Ashford.
Ser Duncan está ahora al servicio de un anciano caballero, Ser Eustace, lo que le lleva a un enfrentamiento con su vecina Lady Rohanne por la posesión de un río que atraviesa las tierras de ambos.
Una excusa tan buena como cualquier otra para seguir indagando en el universo del señor Martin.
Después de leer el primer número de esta segunda etapa de las aventuras de Ser Duncan poco más puedo añadir a lo que en su día dije del primer volumen.
Además, cuando se tiene una audiencia entregada, la cosa siempre es más fácil.
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